martes, 27 de enero de 2015

Madurar demasiado pronto

A veces me convierto en ese ser, ese que me juré y perjuré que no llegaría a ser. Me transformo en la madre que grita, que chilla, que da un cachete. Últimamente la paciencia no me dura mucho, no me vale contar hasta 10, ni hasta 20 ni hasta 50. La mecha cada vez es más corta y me preocupa enormemente.

Siento que quiero que Sergio madure a una velocidad que no le corresponde, quiero que me haga caso si o si, porque estoy demasiado cansada para explicarle las cosas, y luego pasa lo que pasa, que caigo en la cuenta..solo tiene dos años! Le quedan dos meses para cumplir tres!! Qué pretendo hacer??? Apenas es un bebe..un bebe grande...pero bebe.

La llegada de su hermana ha acelerado el proceso, Lia absorbe mis energias, me demanda a cada momento, llora si la dejo, si me alejo, me quiere para ella sola y Sergio...también reclama su parte.

Hay dias que se hacen especialmente duros, cuando no esta mi marido y tengo que lidiar con los dos. La falta de sueño y el trabajo me dejan aplomada, y cuando estas intentando poner el pijama a la pequeña y el mayor empieza a tirar agua de la bañera a diestro y siniestro, cuando tienes prisa por llegar a casa y tu hijo decide en vez de caminar, tirarse al suelo, cuando cae esa gota, la que hace rebosar el agua del vaso, en ese momento, sale el monstruo que llevo dentro. Y empiezan los gritos, las prisas, el "porque yo lo digo", empiezo a convertirme en la madre que nunca quise ser, en la que me prometi que jamás seria, y pasada la tormenta me siento triste, por no haber sobrellevado mejor la situación, por no haber tenido más paciencia.

Siento que le doy demasiada responsabilidad a Sergio, que le he cargado una mochila en la espalda que no le corresponde, y le pesa, le pesa demasiado. Y me siento la peor madre del mundo, sobre todo porque él, a pesar de reñirle, me pide que esté con él, que me acueste a su lado, que le de un beso, y entonces me prometo que la próxima vez lo haré mejor, que contaré hasta 100...pero es que a veces es tan complicado.

Queda mucho que pulir en esta madre, espero mejorar cada dia un poco, ellos se lo merecen, no puedo pretender que maduren tan pronto.

martes, 13 de enero de 2015

Hay estrellas que nunca dejarán de brillar

Porque te merecías otro principio,
porque te merecías otro final.
Porque te quise, porque te quiero,
hoy voy a mandar un beso al cielo.

lunes, 12 de enero de 2015

Una tiara sin princesa. La entrada más triste.

El sábado me dieron la noticia. No podia creerlo. Yo solo te conocia de vista, de cuando jugaste con mi hijo. Erais del mismo año, tú unos meses menor.
Recuerdo tu sonrisa, pura, inocente, de niña. Preciosa en todas tus dimensiones, graciosa, enérgica, llena de vida. Guardo en mi memoria hoy aquel beso que mi hijo te dio, en los labios, beso de amor, entre dos niños que estan jugando. Recuerdo como reia tu madre,  como bromeabamos, como reia yo.
Hoy solo puedo llorar tu partida, temprana, injusta, devastadora como ninguna. Solo puedo pensar en esa madre rota, esa familia hundida, esos brazos sin ningún consuelo, ese dolor desgarrador.
Maldita enfermedad que te atrapó, con sus garras sin piedad, letal y veloz.
Hoy mis lágrimas pesan, abrasan mi corazón. Sé que desde el cielo ayudarás a tu familia a seguir caminando, a levantarse, a continuar. Sé que el camino jamás será igual.
Descansa en paz pequeña princesa. En mis sueños seguirás corriendo junto a mi hijo, seguirás jugando y sonriendo. Y un dia, le contaré, que su primer beso fue contigo. Que tú fuiste su primer amor.