lunes, 9 de marzo de 2015

Sobrevivir a una mudanza

La mudanza en si no fue del todo mala, algo estresante, por la prisas que entraron a última hora por entregar el piso antes de tiempo. Limpiar, recoger, meter todo en cajas, y llevar los trastos al piso nuevo. Hicimos muchos viajes, pero el dia 27 lo dejamos todo vacio y limpio a más no poder. Ese dia entregamos las llaves a los nuevos inquilinos, y dentro del piso, los 4 ya tuve mi primera bronca post-mudanza, con la dependienta de la tienda de cortinas.
Entre el sofocón, los gritos que nos dábamos por el movil, y que casi casi nos echaron de "nuestro" piso, salí de él y me derrumbé. Me hubiera gustado hacerme unas últimas fotos dentro de él, haber disfrutado de esos últimos momentos dentro, con las paredes impecables y completamente vacio. Nunca lo habiamos visto asi. No pudo ser, la tarde se precipitó de forma asombrosa, y cuando quise darme cuenta estabamos camino de la inmobiliaria para firmar la entrega, yo abrazada a Sergio, llorando, él preguntándome si estaba asi por las cortinas...era una mezcla de todo lo que me invadía, pero sobre todo, de nostalgia. Habíamos peleado tanto por ese piso, tanto sacrificio, tantas ilusiones, tanta inversión y lucha, durante 8 años, menos dos días.
Acoplarnos al piso nuevo fue fácil, más grande, más cómodo, más nuevo...todo nuevo! Estrenado por nosotros! Pero poco a poco empezaron a ensombrecer pequeños detalles. Ya no solo que hoy, casi dos semanas después de la mudanza, queden infinidad de cosas por hacer, vaciar cajas, ordenar trastos, colgar cuadros, etc etc..tuvimos problemas con el marmolista, el día que ponia la bancada ( tres semanas después de haber elegido el granito, y tras medir 4 veces la cocina), la piedra se rompió al montarla en el camión.  Cuando volvió a hacer una bancada nueva, tras ponerla en la cocina, y traer el fregadero y vitrocerámica que se habia llevado para hacer los huecos a medida, descubrimos que la vitro tenia roto el cristal.
Empezaba a cansarme de tanto problema, y para colmo el marmolista nos daba a entender que él no la habia roto, porque "ni siquiera la había sacado de la caja". Así que llamamos a la tienda, para decirles que tras un mes con los electrodomésticos en casa, no habíamos desembalado la vitro, y resultaba estar rota. No hay nada que hacer, un mes después ni la cambian, ni entra en garantia ni nada de nada.
Me llegué a enfadar de tal forma que me saltaban las lágrimas de impotencia, a la vez que me entraban unas ganas enormes de matar al marmolista mentiroso y manazas. Esa noche caí enferma, me desperté con angustia, escalofrios y mareos.
Hoy, cuatro dias después, sigo con la barriga trastocada, con naúseas y malestar general, que ya no sé si es por las complicaciones de instalarse en un nuevo hogar, o porque mis hijos me restriegan los virus y bacterias que recogen en su nueva guarderia.
Al menos hemos pasado el peor rato, hemos sobrevivido a la avalancha. Ahora falta reponerse y levantarse después de tanta pelea, lucha y dolor de cabeza...aunque algo me dice que esto solo acaba de empezar.

2 comentarios:

  1. Cómo te entiendo. A mí me pasó algo parecido. de repente tenía dos días para embalar toda mi vida y trasladarla a otro piso. Fue estresante. Cuando por fin terminamos la mudanza, estaba todo lleno de cajas y me di cuenta de que no nos cabía el bebé. Gracias a dios se lo quedó mi suegra tres noches o así para que pudiéramos adecentar, al menos su habitación. Fue horroroso :_(
    Pero todo pasa y al final es como si siempre hubieras vivido en la nueva casa :D

    No me extraña que te pusieras mala con tanto nervio que has pasado. espero que tengas una ratín para descansar y recuperarte. Besos!!

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    1. Gracias Dàcil, espero descansar y recuperarme pronto. Me encanta como lo has descrito: "tenia dos dias para embalar toda mi vida y trasladarla a otro piso" asi fue!! Estresante!!
      Creo que van a quedar cajas para desembalar x los siglos de los siglos.
      Un beso guapa

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